Acompáñanos a visitar el British Museum

Si eres amante del arte y la arqueología, el British Museum te espera con los brazos abiertos. Con una colección que abarca millones de años de historia humana, este museo es un tesoro para los amantes de la cultura. Desde las esculturas griegas hasta las cerámicas chinas, cada objeto cuenta una historia fascinante. Sumérgete en el pasado y descubre el legado de las civilizaciones antiguas.

En la actualidad el Museo Británico (British Museum) recibe más de 5 millones de visitantes anuales, lo que le convierte en el tercer museo más visitado del mundo, por detrás del Louvre de París y del Metropolitan Museum de Nueva York.

La colección

Fundado en 1753 gracias a la generosa donación del científico Hans Sloane, el Museo Británico abrió sus puertas al público en 1759. Su impresionante colección inicial, compuesta por más de 80.000 objetos, incluía desde libros y manuscritos hasta antigüedades de diversas culturas. A medida que la colección crecía exponencialmente, gracias a adquisiciones y donaciones, el museo se vio obligado a mudarse a un nuevo edificio en 1852. Con el tiempo, y debido a la expansión de sus fondos, se crearon instituciones independientes como el Museo de Historia Natural y la Biblioteca Británica.

Exposiciones

El Museo Británico alberga una colección de más de siete millones de objetos procedentes de todas las civilizaciones del mundo, organizados de manera temática y geográfica. Su inmensa extensión requiere más de un día para explorarla a fondo, pero una mañana bien planificada puede bastar para admirar sus piezas más destacadas. Desde la majestuosa sala de lectura de la Biblioteca Británica, ubicada en el Gran Atrio, hasta las salas dedicadas al Antiguo Egipto y la Antigua Grecia, cada rincón del museo ofrece un viaje fascinante a través del tiempo y las culturas.

Uno de los mejores

Si los cuadros no son lo tuyo y buscas una forma diferente de sumergirte en la cultura, el Museo Británico es el lugar ideal. Con una entrada gratuita y un horario extendido los jueves y viernes, es la opción perfecta para una tarde londinense.

¿Qué ofrece el Museo Británico? ¿Impresionante arquitectura? Sí. ¿Asombrosas exposiciones? También. Este fascinante museo cuenta con algunos de los objetos históricos más famosos del mundo. Entendemos que esta descripción puede resultar ligeramente abrumadora, ¡pero no temas! Te hemos preparado una lista con las diez piezas imprescindibles del Museo Británico para que tú solo tengas que preocuparte de disfrutar de la visita.

Nuestra selección incluye:

  • Piedra Rosetta
  • Momia de Katebet
  • Relieves asirios
  • Frisos del Partenón de Atenas
  • Ajedrez de la isla de Lewis
  • Armadura samurái japonesa
  • Moai de la Isla de Pascua
  • Cabeza del faraón Amenhotep III
  • Tesoro del Oxus
  • Yelmo de Sutton Hoo

1. Piedra Rosetta

La Piedra Rosetta es la pieza más famosa que verás en el Museo Británico, o al menos la más visitada de la colección. Se trata de una tablilla de piedra tallada en la que puede leerse un decreto del año 196 a. C. en tres idiomas diferentes: en la parte superior, en jeroglíficos egipcios; en la parte intermedia, en demótico (una escritura egipcia más moderna que los jeroglíficos), y en la parte, inferior en griego antiguo. Gracias a eso, la famosa Piedra Rosetta se convirtió en una pieza clave a la hora de descifrar los misteriosos jeroglíficos egipcios. La piedra fue descubierta por soldados franceses en 1799 y, más adelante, pasó a manos británicas. (Sala 1)

2. Momia de Katebet

Otro de los atractivos principales del Museo Británico son sus salas repletas de momias asombrosamente conservadas. Y quizá la más impresionante de todas ellas sea la de Katebet, cantante del dios Amón. Envuelta en lino y con una llamativa máscara dorada, la pieza se remonta nada menos que al año 1300 a. C. En la misma sala, se encuentra también otra momia de mujer, posiblemente también sacerdotisa de Amón Ra, apodada como la “momia de la mala suerte” (The Unlucky Mummy) porque a ella se le atribuyen multitud de desgracias, ¡incluido el hundimiento del Titanic! Pero bueno, eso ya son leyendas que no tenemos por qué creernos, ¿verdad? (Sala 63)

3. Relieves asirios de la cacería del león

Las impresionantes tablillas de bajorrelieves asirios de cacerías de leones del palacio real de Asurbanipal en Nínive es otra de las joyas imprescindibles que todo el mundo debería ver en el Museo Británico. Descubiertas en 1853 por el arqueólogo asirio Homuzd Rassam, las asombrosas representaciones son inquietantemente realistas y un innegable testimonio de la genialidad artística del pueblo Asirio. También en la zona de Oriente Medio, se encuentran los imponentes leones alados con cabeza humana, que te darán una idea del poderío del imperio Asirio es su época de esplendor. (Sala 10 y sala 6a)

4. Frisos del Partenón de Atenas

Los llamados mármoles de Elgin (Elgin Marbles) incluyen estatuas procedentes de los frontones, las metopas y el friso del Partenón de Atenas. El hecho de que se encuentren en el Museo Británico no es un hecho carente de polémica y es fuente de desacuerdo entre el gobierno británico y el griego. Pero polémicas aparte, estos maravillosos relieves y esculturas del siglo V a. C. son de una belleza que quita el aliento, así que te recomendamos que no te los pierdas bajo ningún concepto. (Sala 18)

5. Ajedrez de la isla de Lewis

Esta increíble colección de piezas de ajedrez, descubierta en 1831, está tallada principalmente en marfil de morsa y diente de ballena. Las estatuillas representan con maravilloso detalle a las diferentes piezas del juego, como el rey, la reina, los alfiles, etc., y datan de alrededor del año 1200 d.C. Se descubrieron en Escocia, frente a la isla de Lewis, antiguamente parte del Reino de Noruega. Se cree que pertenecieron a un mercader que viajaba entre Dublín y Noruega. (Sala 40)

6. Armadura de samurái

Esta llamativa armadura de samurái, guerreros de élite en Japón desde el siglo XII hasta el XIX, está compuesta por varias piezas procedentes de diferentes épocas. Entre ellas, una coraza a prueba de balas del siglo XVI y elaboradas piezas para el cuello y las piernas del siglo XVIII. Acompaña a la armadura un imponente casco y el arma típica de los samuráis: la katana. (Sala 93)

7. Moai Hoa Hakananai’a

Esta hermosa estatua forma parte del legado de una tradición ya desaparecida, se conoce como moai Hoa Hakananai’a (amigo perdido u oculto) y proviene de la Isla de Pascua. Estas esculturas se construían para honrar a los antepasados sagrados. La pieza llegó a Gran Bretaña en 1868. Fíjate bien en los detalles, ya que esta fascinante estatua de basalto presenta tallas de pájaros y anillos en parte de la espalda. Sin duda, una de las mejores cosas que se pueden ver en el Museo Británico.

8. Cabeza colosal del faraón Amenhotep III

Esta escultura de granito rojo fue uno de los muchos encargos del faraón Amenhotep III (o Amenofis III). Solo la cabeza pesa unos increíbles 3600 kilos. Quién sabe cuánto pesaría en su día la estatua completa. Descubierta en el Templo de Mut, fue adquirida por el arqueólogo británico Henry Salt en un almacén de El Cairo. Se cree que el rostro, originalmente de Amenhotep III, fue retocado después para que se asemejara al faraón Ramsés II. (Sala 4)

9. Tesoro del Oxus

Estas delicadas reliquias persas se fabricaron entre el año 500 y el 400 a.C., y siguen impresionando miles de años después. El Museo Británico alberga una de las colecciones de oro aqueménida más importantes del planeta. El tesoro del Oxus, integrado por miniaturas de carros de caballos, sellos, brazaletes, anillos, monedas, jarras y objetos personales, no solo destaca por su belleza y maestría, también ha sido crucial en la investigación del arte de la orfebrería aqueménida. (Sala 52)

10. Yelmo de Sutton Hoo

Este yelmo anglosajón fue descubierto en un barco funerario altomedieval de Sutton Hoo, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Gran Bretaña. Se cree que formaba parte de la colección de un rey o un noble de la zona. La restauración del yelmo fue realmente complicada, ya que la pieza se había hecho añicos. Sin embargo, consiguió reconstruirse para finalmente revelar su imponente máscara y su distintiva forma. Una pieza maravillosa, sin duda. (Sala 41)

Las impresionantes tablillas de bajorrelieves asirios de cacerías de leones del palacio real de Asurbanipal en Nínive es otra de las joyas imprescindibles que todo el mundo debería ver en el Museo Británico. Descubiertas en 1853 por el arqueólogo asirio Homuzd Rassam, las asombrosas representaciones son inquietantemente realistas y un innegable testimonio de la genialidad artística del pueblo Asirio. También en la zona de Oriente Medio, se encuentran los imponentes leones alados con cabeza humana, que te darán una idea del poderío del imperio Asirio es su época de esplendor. (Sala 10 y sala 6a)

Uff! sin duda el British Museum es un most en tu visita a Londres. Aquí en Pixeleando x el mundo nos encantó visitar este museo y seguro volveremos ya que nos falto tiempo para visitar todas las salas y apreciar todas sus obras. Cuéntanos que tal te va en tu visita al museo.

Conoce más aquí.

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